lunes, 14 de mayo de 2018

Urano en Tauro El encuentro de Cielo y Tierra



 El martes 15 de mayo, Urano el planeta de los cambios ingresa en Tauro.


Errático y revolucionario, Urano es el maestro de los cambios inesperados, la rebeldía y la independencia…
Urano es impaciente, progresista y lanzado. Es el rayo que fecundó a Gea, aunque en la mitología no supo aceptar los frutos de su vientre. (ver Nota Urano y Cronos. El Mito y Lo Creativo)
Intentar predecir qué sucederá con el ingreso de Urano a Tauro es una paradoja en sí misma.

¿Alguien puede decir dónde va a caer un Rayo?
O que se vera transformado y alterado con su repentina aparición?

Quizá solo podamos prever que la sacudida producida por la tormenta eléctrica será fuerte, pero decir donde caerá el rayo y que provocarà, es imposible.
Quizá solo podamos decir que Urano nos anuncia un salto evolutivo, no una transformación progresiva, una mutación sin proceso. Esto implica la ruptura de un orden establecido respecto a nuestra relación con la Materia, Con Tauro, la Madre Tierra.. Un salto en la relación que hasta hoy tenemos con la sustancia, el cuerpo, la forma de alimentarnos, la sexualidad, con que recursos contamos, el dinero y las finanzas, representada por Tauro. Dando paso a una relación más creativa, a la genialidad de lo desconocido, del misterio que encierra la materialización y sus leyes.

 ¿Cuál es nuestra capacidad de materializar, de crear magia encarnada? ¿qué va a sacudirse o incluso romperse para que nuestros recursos y valores creativos emerjan como respuesta a la crisis que la ruptura de Urano trae?
El paso de Urano a Tauro significa “bajar a tierra”, los recientes cambios producidos por el paso, en los últimos siete años de Urano por Aries. Ahora es tiempo para comenzar a darle sustancia a todo lo que Urano movilizó.

La energía de Tauro se encuentra directamente vinculada a Gea, Es la Tierra([1]) como entidad biológica, que cobija y sustenta a todos los seres sintientes que la abitan. 
También es cierto que Tauro como la tierra fija que es, suele resistir los cambios.

Como vimos, en los párrafos anteriores, la relación entre Urano y Gea no es fácil, pero esta misma dificultad también representa la tensión creativa del encuentro de dos energías bien distintas. Ahora Gea, La Tierra, vuelve a recibir el abrazo de El Dios del Cielo, lo recibe en sus brazos, con la infinita paciencia que la caracteriza. Quizá dándole otra oportunidad para fecundarla, pero esta vez sin rechazar a sus hijos.
¿Podemos imaginar una ciencia alineada con la Madre Tierra. Una ciencia que incluya una especie de psicología ecológica, que integre incluya y no separe. Una conciencia que reconozca la ductilidad de la Tierra para brindar como fruto cercano y futuro lo que en ella se siembra sin discriminar ni cuestionar. Un progreso que no agote nuestros recursos, sino que genere un mayor bienestar para todos los hijos de la tierra. 

Necesitamos progreso con conciencia, ciencia, biotecnología, economías y energías autosustentables y limpias, permacultura. Ideas y nuevas formas de funcionar en un mayor equilibrio social respetando la biodiversidad y los múltiples recursos que la Tierra nos ofrece. Un encuentro de Cielo y Tierra que nos conduzca a un estado de equilibrio dinámico entre estas energías, aparentemente tan distantes para nuestra consciencia.
Que vuelva la Magia a la tierra. Esa que sabe de leyes cósmicas, de causas y efectos. La ciencia al servicio de la vida. Nuevas tecnologías menos invasivas, más amables que incluye los saberes de las medicinas naturales aceptadas y respetadas. El reconocimiento y sanación holística del cuerpo, porque comprendemos que este no se encuentra fragmentado en distintos órganos, ni separado del espíritu y la mente, sino que es un vehículo integrado para su expresión.
En la era de las redes sociales, de los cuerpos mejorados con cirugías láser y fotoshop, de los encuentros virtuales… quizá la revolución signifique volver al cuerpo real, aceptarlo y amarlo. Que el WhatsApp sea un medio fácil y directo para comunicarlos y coordinar un encuentro y no “el encuentro en sí”.  
Tendremos que buscar soluciones a los problemas que nosotros mismos hemos creado, agotando recursos, contaminando y poniendo en riesgo la vida en este hermoso planeta azul del cual nosotros somos solo una parte. Sí, nosotros los humanos solo somos una parte de la expresión de la Tierra como el Ser biológico y viviente que es. Aprendamos a escuchar las voces de la tierra, respetándola porque en ese respeto nos respetamos y enaltecemos a nosotros mismos.

¿Utópico, idealista? Si, pero Urano tiene la fuerza para dar el salto y convertir la utopía en realidad.  
¡¡¡Bienvenido Urano a Tauro!!!
Laura Patradiso