Consultas de Astrología e I Ching


“Te advierto, quien quiera que fueres, Oh! Tú que deseas sondear los arcanos de la Naturaleza, que si no hallas dentro de ti mismo, aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera. Si tú ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿Cómo pretendes encontrar otras excelencias?. En ti se halla oculto el tesoro de los tesoros. Oh! Hombre, conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a los Dioses.”
(Inscripción en el frontispicio del Templo de Apolo en Delfos - Monte Parnaso, Grecia; 2500 a.C.).

Ciertamente, si no hallamos dentro de nosotros mismos aquello que buscamos jamás podremos hallarlo fuera. Con justa razón afirmaba Sócrates: “Sólo el conocimiento que llega desde dentro es el verdadero conocimiento”. Lo que sucede, es que por lo general uno se encuentra trabado ante sí mismo y solo es capaz de oír su propia respuesta cuando ésta le llega desde afuera.
La vorágine en que se encuentra  inmersa la sociedad en que vivimos, con sus bondades y miserias, nos aleja permanentemente de los ritmos propios y los de de la naturaleza. Culturalmente, creemos que las cosas que nos pasan son independientes de lo que somos. Quedando deslumbrados por nuestra historia personal, simplemente  pasmados por nuestra ingenuidad.
Como integrantes de una sociedad basada en el consumo, somos influenciados  permanentemente con mensajes que nos dicen cómo debemos vivir, qué debemos desear y hasta cómo debemos amar. Y en muchos casos, presumimos que somos capaces de imprimir un ritmo personal a nuestras vidas, pudiendo realizar cualquier cosa en cualquier momento, sin evaluar las consecuencias que esta actitud acarrea. Independientemente de lo que el universo, el cosmos o nuestro Ser Superior nos propone. Como si no formáramos parte de él y del planeta que habitamos.

ASTROLOGÍA
Indagar en astrología es percibir por un instante el misterio que encierra el movimiento del  cosmos, adentrarnos en él, acariciar e intuir su infinito correlato con los acontecimientos que nos circundan; contemplar cómo reaccionamos a ese movimiento. No sólo desde el intento por descifrar un enigma, sino como la experiencia que nos conduce a tomar conciencia, aunque más no sea por un instante, que formamos parte de un orden, de un sistema que nos incluye y nos excede. Donde adquirir mayor conciencia imprime responsabilidad a nuestros actos.
El cielo es una gran danza, una sinfonía en continuo movimiento. La astrología nos invita a afinar el oído para intentar acercarnos y percibir el ritmo que este nos propone. Así, como herramienta es un nexo con el misterio que se nos plantea como lo externo a nosotros. 
El trabajo del astrólogo consiste principalmente en acompañar a la persona en el descubrimiento paulatino, progresivo y amoroso de ese, nuestro mapa personal. Y, como la palabra lo indica, un mapa es una guía que oficia como espejo donde reconocernos cuando nos extraviamos, vislumbrar hacia donde vamos y en que momento de ese viaje estamos.

 I CHING 
El I Ching es un libro de sabiduría oriental de origen milenario. Es considerado como uno de los grandes textos espirituales del mundo. Su sabiduría proviene de las observaciones obtenidas por sabios y santos de la antigüedad, los que le imprimieron su conocimiento profundo y esotérico sobre la humanidad, el Universo y sus ciclos.
Cuando consultamos el I Ching, los hexagramas que recibimos como respuesta, habitualmente se refieren al modo en cómo nos relacionamos con los acontecimientos y circunstancias de nuestra vida, o, cómo necesitaremos acompañar y transitar los sucesos por venir. 
Buscamos, preguntamos, indagamos y El Sabio nos obsequia con su guía, el consejo que necesitamos y se encuentra en correspondencia con lo que nuestro ser interior, los tiempos del cielo y la naturaleza, nos proponen.
Si al consultar el I Ching, logramos despojarnos de nuestros prejuicios abriéndonos humildemente, a través de su consejo, a lo que está más allá de nosotros; en determinado momento de la lectura sus palabras resonarán como si se despegaran del texto, generando un impacto y dándonos la clave de la respuesta; describiendo, a través de las acciones del “Hombre superior”, cómo nos relacionamos con nosotros mismos y  con el maestro que llevamos dentro. 
Tengamos en cuenta que el I Ching, como todo libro esotérico, genera un estado, un efecto. Al llevarnos a cierto plano de conciencia, nos pone en contacto con lo que llamamos nuestro intuitivo conocimiento del Tao.

• Carta natal 
Analizar nuestra carta natal habla del encuentro con nuestra cualidad energética personal, de cara a lo que hoy soy. Nos permite  indagar y  comprender por qué nos pasa lo que nos pasa y con qué elementos contamos para integrar esa porción de nuestro ser que dejamos fuera y nos corresponde experimentar.

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•  Revolución Solar


      La Revolución Solar nos ayuda a encarar nuestro año con mayor conciencia respecto  la cualidad energética que nos acompañará.  Mostrándonos que áreas de experiencia cobrarán mayor peso en la experimentación y despliegue de nuestra carta a través de ciclos y tránsitos. 
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• Consulta de I Ching
Consultar el I Ching puede convertirse en una experiencia profunda y transformadora. Nos ayudará a reflexionar, ampliando nuestra mirada respecto a un determinado acontecimiento o circunstancia , a través de imágenes y metáforas de una inigualable resonancia poética. Un encuentro con El Sabio que todos llevamos dentro. 
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Laura Paradiso 
Astróloga y facilitadora de I Ching

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